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martes, 19 de abril de 2011

Mi hijo: Mi víctima o mi Creación

ME PARECE INTERESANTE ESTA LECTURA, ASI QUE LO COMPARTO CON UDS.

 

Mi hijo: Mi víctima o mi creación?


Nos quedamos sorprendidos, cuando se da cuenta en periódicos o radio, que el sicario no superaba los 18 años. Cuando los cuerpos de los 3 o 4 ejecutados, correspondían a adolescentes de hasta 14 años de edad.

Frente a lo anterior, el psiquiatra dominicano César Mella, hizo publicar el siguiente trabajo, que creo que a todos los que somos padres, o seremos abuelos algún día, nos debe interesar; el texto que me llegó suscrito por el doctor Mella, es el siguiente:

Yo me preguntaría y plantaría la siguiente pregunta: ¿cómo eduqué o estoy educando a mis hijos? ¿Qué valores inculco o inculqué a mis hijos?
A  los jóvenes de este siglo hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela y, digo llevarlos porque no tienen que tomar el camión o caminar larguísimas distancias para llegar a ella.
Se levantan generalmente irritados porque se acuestan muy tarde, viendo televisión por cable, jugando playstation, hablando o enviando mensajes por teléfono o chateando por la Internet.

No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos en poner un dedo en nada que tenga que ver con arreglar algo en el hogar.

Tienen los juegos y equipos digitales más modernos del mercado, Ipod, blackberry y computadora no pueden faltar, como tampoco el pago por su actualización. Hoy los hijos, muchas veces sin merecerlo, presumen el celular más novedoso. El nextel más costoso. La Lap más equipada. Nada les costó. Si se descomponen, para eso estamos, no faltaba más, hay que pagar la reparación, a la brevedad y sin chistar.

Idolatran amigos y a falsos personajes de realitys de mtv. ¡Ah! pero viven encontrándole defectos a los padres, a quienes acusan a diario de que sus ideas y métodos están pasados de moda.

Se cierran automáticamente a quien les hable de moral, honor y  buenas costumbres, y mucho menos de religión. Lo consideran aburrido. Ya saben todo y, lo que no ¡Lo consultan en internet!

Nos asombramos, porque los sicarios cobran cuotas sin trabajar por ellas, cuando a nuestros hijos los acostumbramos a darles todo incluso su cuota semanal o mensual sin que verdaderamente trabajen por ella, y todavía se quejan a porque eso no me alcanza.

Si son estudiantes, siempre inventan trabajos de equipo o paseos de campo, que lo menos que uno sospecha, es que regresarán con un embarazo, habiendo probado éxtasis, coca,  marihuana o cuando mínimo alcoholizados.

Y cuando les exiges lo más mínimo en el hogar o en la escuela, lejos de ser agradecidos te contestan, con desfachatez: yo no pedí nacer, es tu obligación mantenerme o quien les manda andar de calientes.

Definitivamente estamos en peligro, pues la tasa de que hagan su vida independiente se aleja cada vez más, pues aún graduados y con trabajo, hay que seguirlos manteniendo, pagándoles deudas, servicios y hasta los partos de sus hijos.

Con lo anterior, me refiero a un estudio que indica que este problema es mayor en chicos de la sociedad de clase media o media alta (o de capas medias urbanas) que bien pudieran estar entre los 14 y los 28 años, si es correcto 28 años o más ¿lo pueden creer? y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza.

¿Entonces en qué estamos fallando?
Yo sé, dirán que los tiempos y las oportunidades son diferentes, pues para los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado era levantarse de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que ayudar a limpiar la casa; no se frustraban por no tener vehículo, andaban a pie a donde fuera, siempre lustraban sus zapatos, los estudiantes no se avergonzaban de no tener trabajos gerenciales o ejecutivos, aceptaban trabajos como limpiabotas y repartidores de diarios.
Lo que le pasó a nuestras generaciones, es que elaboramos una famosa frase que no dio resultado y mandó todo al diablo:
¡Yo no quiero que mis hijos pasen, los trabajos y carencias que yo pasé!
Nuestros hijos no conocen la verdadera escasez, el hambre. Se criaron en la cultura del desperdicio: agua, comida, luz, ropa, dinero.
Muchos de los nuestros hijos, a los 10 años ya habían ido a Disneyworld mínimo dos veces, cuando nosotros a los 20 si bien nos iba conocíamos la Ciudad de México, con su hoy vetusto y atiborrado Metro.

El dame y el cómprame, siempre fue generosamente complacido convirtiendo a nuestros hijos en habitantes de una pensión, con sirviente (a) y todo incluido, que después intentamos que funcionara como hogar.

Es alarmante el índice de divorcios que se está generando, van a la conquista de su pareja y vuelven al hogar, sólo unos meses más tarde, divorciados porque la cosa no funcionó; ninguno de los dos quiere servir al otro en su nueva vida. Como nunca batallaron en la pensión con sirviente incluido, en la que se les convirtió el hogar paterno, a las primeras carencias en el propio, avientan el paquete y regresan a la casa para que la mamá y el papá continúen resolviéndoles la vida.
Este mensaje es para los que tienen hijos y que pueden todavía moldearlos, edúquenlos con principios y responsabilidades. háganles el hábito del ser agradecidos.

Háganles el hábito de saber ganarse el dinero con honestidad, la comida, la ropa, el costo de la estancia en la casa en la cual no aportan para el pago de servicios. Háganles saber lo que cuesta cada plato de comida, cada recibo de luz, agua, renta. Háganles sentir en su casa, cómo se comportarían ustedes en casa ajena cuando van de visita.

Por ese domingo o cuota semanal o mensual, edúquenlos en la cultura de la correspondencia y el agradecimiento. Que los sábados o domingos laven el carro, ayuden a limpiar la casa, NO SU CUARTO, esa debe ser obligación de siempre sin pago de por medio. Háganles la costumbre de limpiar sus zapatos, de que paguen simbólicamente, por todo lo que gratuitamente reciben, implántenles la ideología de ameritar una especie de beca escolar que ustedes pagan, y  por la que ellos no pagan ni un centavo, eso puede generar una relación en sus mentes trabajo=bienestar.
Que entiendan que asistir a la escuela, es un compromiso con la vida, que no es ningún mérito asistir a ella. De la responsabilidad con que cumplan ese compromiso, dependerá su calidad de vida futura.
Todos los niños deben desde temprano aprender a lavar, planchar y cocinar, para que entiendan la economía doméstica en tiempos que podrían ser más difíciles.

Cuida lo que ven y ves con ellos en la televisión, y evita caer en el vicio social llamado telenovelas, los videojuegos violentos, la moda excesiva y toda la electrónica de la comunicación, que han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó. Cuando ocupes corregirlos, aconséjalos, habla con ellos, no los ofendas, no los reprendas en público. Si lo haces, nunca lo olvidarán. Nunca te lo perdonarán.

Estamos comprometidos a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos, o sencillamente hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos queda en manos de las empleadas domésticas y en un medio ambiente cada vez más deformante.
Ojalá que este mensaje llegue a los que tienen la oportunidad de cambiar o hacer algo al respecto. Ya los abuelos pagaron. Nosotros estamos pagando con sangre la transición.
Que cada quien tome lo que la corresponda. Que haga lo que pueda y quiera. Recuerda que para que triunfe el mal, solo se necesita que la gente buena lo permita...

 
Saludos.

Jaime Torres Romero

martes, 5 de abril de 2011

ULTIMO DIA!!!

Ultimo Día

Le problema que tenemos todos los días, es no tener contentamiento y nos estresamos  y afanamos por alcanzar algo que quizás lo alcancemos o no, dejamos de hacer cosas que  debemos hacer y hacemos cosas que no debemos hacer , nos olvidamos de lo que de verdad importa.

Heb 13:5  Sean vuestras costumbres sin avaricia,  contentos con lo que tenéis ahora;  porque él dijo:  No te desampararé,  ni te dejaré; Heb 13:6  de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;  no temeré   Lo que me pueda hacer el hombre.

Rom 12:2  No os conforméis a este siglo,  sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,  para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,  agradable y perfecta.

El hombre vive estresado, afanado por el día de mañana, por eso no vivimos cada día, como si fuera el ultimo día. Aun pudiendo ser el ultimo dia.

Mat 6:25-34  Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,  qué habéis de comer o qué habéis de beber;  ni por vuestro cuerpo,  qué habéis de vestir.  ¿No es la vida más que el alimento,  y el cuerpo más que el vestido?  Mirad las aves del cielo,  que no siembran,  ni siegan,  ni recogen en graneros;  y vuestro Padre celestial las alimenta.  ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá,  por mucho que se afane,  añadir a su estatura un codo? Y por el vestido,  ¿por qué os afanáis?  Considerad los lirios del campo,  cómo crecen:  no trabajan ni hilan; pero os digo,  que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es,  y mañana se echa en el horno,  Dios la viste así,  ¿no hará mucho más a vosotros,  hombres de poca fe? No os afanéis,  pues,  diciendo:  ¿Qué comeremos,  o qué beberemos,  o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas;  pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas.  Así que,  no os afanéis por el día de mañana,  porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.


Jesús sabia el propósito que tenia y que iba a ser sacrificado un día , creo que Jesús vivía cada día al máximo y no desperdiciaba ningún día en rencores y odios disfrutaba al máximo , en mi corazón creo que Jesús en la tierra y como ser humano sabia que en cualquier momento llegaría y vivía cada día como el ultimo día.